Los paquetes de frío y calor son herramientas útiles e importantes en la mayoría de los tratamientos médicos para cuidados en el hogar. Para usarlos correctamente, averigua si tu condición requiere terapia de calor o frío. La terapia de calor debe usarse para relajar los músculos y estimular la circulación sanguínea, mientras que la terapia de frío se utiliza para entumecer el dolor agudo y ayudar en la reducción de la hinchazón. Siempre cubre el paquete con tela antes de aplicarlo sobre la piel y no lo dejes en la piel por más de 15 a 20 minutos para prevenir quemaduras y congelación. Apegarte a estas medidas simples puede mejorar considerablemente tu proceso de curación y recuperación, así como también tu salud general.